Munich
En este post que os hemos preparado, continuamos con nuestras Capitales de malta y lúpulo. En esta ocasión nos desplazamos ni más ni menos que a Munich, ciudad de gran tradición cervecera, tanto por historia como por producción y el especial mimo con el que veneran a nuestra bebida favorita.
Empecemos con un poco de historia. Munich, capital de la región de Baviera se caracteriza por su notable belleza arquitectónica y natural. Se trata de uno de los destinos turísticos preferidos de Alemania por su bella combinación entre modernidad y tradición.
Fue cuna del movimiento nazi y quedo prácticamente destruida después de la contienda militar que involucró al mundo entero. Centrándonos en la parte positiva, si es que se puede buscar alguna, rescatamos su prodigiosa reconstrucción que convirtió a esta ciudad en un lugar de atractivo internacional con un halo de historia y romanticismo.
En Munich podemos perdernos sin rumbo, ya que existen multitud de visitas que podemos considerar obligatorias. Aquí van solo algunos ejemplos de visitas imprescindibles:
Pero, además de por su belleza arquitectónica e histórica, Múnich es conocida por su deliciosa comida y sus excelentes cervezas.
Desde 1810 cada año se celebra en la ciudad el Oktoberfest. Esta fiesta nació con el matrimonio entre el príncipe Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia en 1810. Entre seis y siete millones de visitantes se dan cita en cada edición y ya van más de doscientas, por algo será.
Desde que el alcalde abre el primer barril de cerveza y se realiza el tradicional desfile de trajes históricos da comienzo la fiesta y litros de cerveza, comida y diversión recorren las numerosas carpas protagonistas de este festival.
Y para no desviarnos del tema que nos concierne, vamos a documentarnos un poco acerca de un lugar que hemos marcado como imprescindible. La Cervecería Hofbräuhaus. Su origen se remonta hasta 1589 y no fue hasta 1828 cuando esta fábrica se trasladó y se abrió al público por decreto, convirtiéndose en el centro de la vida pública y política de la ciudad. Como curiosidad, fue cuna de los dogmas por los que pasaría a regirse el partido nazi.
Desgraciadamente, este edificio quedo completamente destruido durante los bombardeos que asolaron la ciudad durante la guerra y no fue hasta 1958, que se inauguró la construcción actual.
Y si quieres más información de otros destinos cerveceros, visita nuestra sección Capitales de Malta y Lúpolo